jueves, 25 de junio de 2009

1ª EXPOSICIÓN DE PATCHWORK "EL CAJÓN DE LOS RETALES"

Bueno, el día amaneció muuuuy caluroso. Pero había que ponerse en marcha, rumbo a nuestra primera exposición como Asociación “El Cajón de los Retales”.


En cuanto abrieron el Parque, ya estaban las “jefas” preparadas para entrar con sus coches cargados de Patchwork, alimentos, bebidas, hielo, y mucha, mucha ilusión.
Poco a poco fuimos llegando las demás, con nuestros trabajitos, comidas, y la misma ilusión. Todo fue un correr de aquí para allá examinando los mejores sitios para colocar los expositores, buscando la sombrita que nos podrían ofrecer los frondosos árboles.



Antes de tener todo colocado en su sitio, empezó a llegar gente. No era de extrañar, pues se esperaban 40º a la sombra para ese día, y claro, todos los que asistieron lo hicieron a las horas “más fresquitas” del día.
Las componentes de la Asociación “El Cajón de los Retales”, íbamos ataviadas con un mandil, elaborado por nosotras mismas:


La parte superior delantera, todas iguales; la inferior y trasera cada una elegida a su gusto. Y como se puede ver en la foto, el logotipo de la Asociación, algunas de fieltro, otras de telitas.



La mañana fue discurriendo entre visitantes, conocidas y no conocidas, que preguntaban, fotografiaban y se maravillaban de algunas labores que realmente llamaban mucho la atención.
Estos son los que más me gustaron.



También algunas aprovechamos para ir haciendo el quilt de planetas que vamos a donar a los niños saharauis. Aún no está muy decidido cómo se va a donar, si se hará una subasta, si se hará un sorteo, la cuestión es llevarles a esos niños la mayor aportación económica que se pueda.
Como era de esperar teniendo en cuenta las altísimas temperaturas, llegando el mediodía la afluencia de público disminuyó, y a la hora de la comida, ya sólo estábamos las “asociadas”. El “Señor Viento” decidió hacernos una visita, lo que nos alivió un poco el calor, por no decir, que algunas atrevidas decidimos darnos una duchita (vestidas, claro) en los aspersores del parque. ¡Qué fresquitas almorzamos!

El almuerzo discurrió, como no podía ser de otra forma, entre muchos tipos distintos de alimentos, especialmente ensaladas, y muchas risas.
En la sobremesa, aparecieron algunas osadas (lo digo por el calor que hacía) a hacernos una visita y contemplar los trabajos.
Luego aprovechamos para seguir terminando el quilt, charlar, “ducharnos” y reírnos, reírnos y reírnos.
Llegó la hora del sorteo del trabajo común.

Un niño muy rubio, muy guapo, y que aguantó como cualquiera de nosotras sin quejarse ni una sola vez, hijo de una de las asociadas, fue la mano inocente. Teníais que ver los saltos de alegría que daba la agraciada, incluso se tiró por encima el vaso de agua que se estaba bebiendo. ¡Enhorabuena! Me alegro de que haya sido la afortunada una de las asociadas que más puntadas ha echado en ese quilt.
A eso de las 7 de la tarde, llegó el momento de la celebración:



Tres cumpleaños, tarta y regalitos para “las jefas”. Desde aquí mi agradecimiento más sincero, en mi nombre, y creo que no me excedo si digo que también en nombre del resto de compañeras, por su ayuda, sus ideas, su experiencia y sabiduría en este mundo que nos tiene a todas cautivadas.
Y por mi parte, gracias a todas (y todos, que los maridos también ayudaron a componer la exposición) por hacerme vivir una experiencia tan simpática, que sin duda recordaré siempre.
El año que viene repetimos, no??
PD: Si queréis más fotos de los quilts, hay, no tenéis más que pedirlas.

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