lunes, 15 de marzo de 2010

ÚLTIMAS LECTURAS






Por diversas razones, tengo más tiempo para leer que para coser. Bueno, realmente no es que tenga más tiempo, es que como no ha parado de diluviar, en vez de ir andandito al cole a recoger a las niñas, pues he ido en coche, y como hay que llegar 45 minutos antes para poder aparcar (¡en doble fila!) pues aprovechaba y me llevaba mi coche y mi libro.

Y estas son mis "conquistas"(las llamo así porque entre el poco tiempo que tengo, y que lo tengo que repartir con la costura, es un logro para mí poder leer, la verdad):

MILLENIUM III:
Bueno, después de oir en varias ocasiones que es el mejor de la trilogía, pues... me he quedado un poco "pillada". Para mi gusto, la primera mitad (si se han leido los anteriores volúmenes), sobra, no hace más que recordar las cosas del "pasado". Luego comienza un "batiburrillo" de nombres, puestos en el gobierno... que llegan a perderte un poco. Y finalmente, cuando quedan pocas páginas, todo se resuelve "aprisa y corrriendo". Tal vez pueda parecer que no me ha gustado; no es eso, porque lo he leido enterito, sin saltarme un párrafo, ni una línea, ni siquiera pienso que tanta gente esté equivocada, cuando no dejan de recomendarlo. En mi caso, yo no se lo recomendaría a nadie que vaya buscando un buen libro, eso es todo.


EL CLUB DE LOS VIERNES SE REUNE DE NUEVO: Me pongo a pensarlo, y no sé si es que "segundas partes nunca fueron buenas" o es que yo me he vuelto muy exigente con lo que leo. Para mi gusto, no está a la altura del primero. Igual que me pasó con el primero, lo he "devorado", lo cual significa en mi caso, que algo me dice el libro, pero no me ha llenado tanto como "El Club de los Viernes".





TIERRA FIRME: De Matilde Asensi. Si no me equivoco he leído todos sus libros, a excepción de éste y de su segunda parte, que hace pocos días que se ha puesto a la venta. A mí me resulta facilísimo leer los libros de Matilde Asensi. Me atrae su narrativa. Explica a la perfección los hechos históricos : en este caso el comercio ( y piratería) con el Nuevo Mundo. Las costumbres de la época, las luchas de poder entre Francia, Inglaterra, España... Realmente, disfruto más con el trasfondo del libro (la Historia), que con la trama. Este libro aún está en "proceso de lectura". Pero espero acabarlo en pocos días. Ya contaré qué me ha parecido.



GATOS SIN FRONTERAS: De Antonio Burgos. Me han llamado toda mi vida en mi familia "la tonta de los gatos". Tengo gatos por toda la casa (de adorno, colgantes, broches...se entiende). Ahora también a Pelusa. Antonio Burgos como columnista en el periódico, no es muy de mi gusto. Pero en un reportaje en una revista, lo vi recomendado. Como hablaba de gatos, me entró la "pelusilla", y me fui a la librería a preguntar. Dicho sea de paso, el librero más antipático del mundo, me dijo que la gente se lo llevaba mucho, que de hecho se le agotaban cada poco tiempo. Y bueno, me dije, es una edición de bolsillo, no muy cara, por tanto, pues voy a probar.
No llevo leidas muchas páginas, pero a pesar de su estilo, que para mí, me resulta algo rimbombante, es ameno y divertido. En el cápítulo que he leído hoy habla de los gatos en el antiguo Egipto, por lo que sigo leyendo Historia sin haberlo pretendido. Cuando lo acabe veré si me parece recomendable o no, aunque por lo leído, creo que si no gustan los gatos ni Antonio Burgos....

lunes, 8 de marzo de 2010

COMO MUESTRA, UN BOTÓN


Pues sí. Con el título de este post, me refiero a que he vuelto a retomar mi quilt del Jardín de la Abuela (o de la Gata en este caso). Y como muestra, una foto.
Cogí las dos mitades terminadas, las planteé sobre mi cama, decidí cómo las uniría y me senté en el sofá mientras veía una película, a coser lados de hexágonos.
Las que hayáis hecho esta técnica sabéis que hay que estar moviendo continuamente la labor siguiendo los lados del hexágono.
A Pelusa, mi gata, le encanta dormirse en mi regazo, (sobre todo si está el brasero puesto) pero no lleva nada bien eso de que la anden molestando, bueno, como cualquiera, sea gato o persona. Pero como yo tenía toooodo el quilt sobre mi regazo, y no se podía acostar, empezó a dar vueltas, subiéndose a la mesa, maullando, hasta que se me ocurrió levantar el quilt (empiezo a entender su lenguaje gatuno). Se subió a toda velocidad a mis piernas y se acostó.

¿Y ahora qué iba a hacer yo que había decidido unir las dos mitades que ya tenia acabadas? ¿Con la cantidad de movimientos que tenía que darle al quilt? Pues, nada, ni me lo pensé: Si quiere aprovecharse de mi regazo, tiene que soportar mi quilt.
Y se lo puse por encima. Quedó toda tapadita. Yo supuse que o bien se iba a descansar a otro lado, o se pondría a mordisquearme "las flores". Las niñas la buscaban. ¿Dónde está Pelusa? Entonces, supongo que atendiendo a la llamada de las niñas, pero más bien un poco asfixiada de calor, con el brasero, mis piernas, el quilt y el calor que ella desprende, sacó su cabecita por un huequito. Yo pensaba que se iba a darse una vueltecita molesta conmigo por el peso del quilt, pero cogió la postura que se ve, se quedó dormidita y aproveché para hacerle la foto.

jueves, 4 de marzo de 2010

HACIENDO REALIDAD MIS DESEOS

Pues sí, ayer después de al menos un año y medio ( si no más) he vuelto a mis clases de Patchwork. Una de mis compañeras las llama " terapia ocupacional". Y es cierto, al menos en mi caso.
Por distintos motivos (que no me gusta comentar aquí porque he decidido que en mi blog voy a intentar poner sólo posts llenos de positividad), me he visto envuelta en un círculo vicioso de niñas -casa-trabajo-marido (yo qué sé en qué orden) que me han ido encerrando en mí misma, y me iban quitando las ganas de coser. Y cuando yo no tengo ganas de coser...... Es que no ando muy decente que digamos.
Así que lo hablé con mi "seño"y con mi marido (el pobre, siempre dispuesto), me lié la manta a la cabeza, y en cuestión de una semana, decidí volver a clases.
Y empecé ayer. Es un grupo divertidísimo, ( con deciros que al entrar incluso me aplaudieron)con un arte cosiendo y combinando colores... Yo soy la más novatilla, así que a parte de divertirme y aprender patchwork, si sólo aprendo a combinar colores como lo hacen ellas, ya me daría por satisfecha.
Ya sólo me falta acordarme de fotografiar mis trabajos hechos desde el último que colgué, y los que haga a partir de ahora en mis clases.